El futuro (presente) de la formación Universitaria




La primera universidad en Chile, que se atreva a cambiar de verdad su currículum, y por tanto su formación profesional, será aquella que deje atrás el modelo “T” de formación (basado en idea de Jim Spohrer). Un modelo “T” de formación, es aquel en que desarrollas UN nivel de profundidad de conocimientos y habilidades en una sola profesión o disciplina y UN nivel general de conocimiento en otras áreas vinculadas. El presente siglo requiere un modelo “M” de formación, en donde debes formar un profesional con distintos niveles de formación a lo largo de su vida y con distintos niveles generales de conocimientos y habilidades. En un modelo “M”, puedes obtener una primera profesión u oficio al inicio de tu vida, pero luego tienes las capacidades y habilidades para profundizar y obtener otras profesiones u oficios a lo largo de la vida.
Un modelo “M” requiere pensar e implementar un ciclo formativo inicial en las universidades, para luego ofrecer a las personas la posibilidad de ir desarrollando un oficio o profesión nueva a lo largo de su vida profesional. Esto requiere un modelo estilo NETFLIX de prestación de servicios, en donde un egresado de su primera profesión, podría quedar vinculado a la universidad, pagando un costo mensual muy menor en comparación al precio actual de diplomados, magísteres o doctorados. De esta manera, el profesional, sin la presión de un ciclo lectivo tradicional puede ir tomando créditos y cursos presenciales, semipresenciales o Mooc de acuerdo a sus intereses de profundización. Estos cursos una vez desarrollados, podrán acumular créditos para acreditar un diplomado, magister o un nuevo título profesional.
Claro está que para implementar un modelo “M”, se requiere un cambio profundo en otros niveles del sistema educativo, como el escolar, en donde se deben fortalecer habilidades que requiere este presente siglo y el que vendrá. Además desde la psicología vocacional, se requiere un cambio profundo de paradigma, pues una profesión u oficio, no constituye tu “ser”, sino una poderosa herramienta para cultivar tus distintos intereses a lo largo de la vida. El paradigma de elección vocacional actual es casi que un decreto a edad temprana, en que un oficio se transforma en lo que te constituye en esencia. Les aseguro que muchos de nosotros aun respondemos en algún asado o reunión social “yo soy….y luego indicas tu profesión u oficio”. Bajo un modelo “M” tu responderías, “estos son mis intereses actuales…ahora estoy aprendiendo sobre esto”.

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